La iluminación LED ya es conocida por algunos cultivadores como “la luz del futuro” por sus múltiples ventajas como la eficiencia energética, su espectro de luz completo y los altos rendimientos que se logran en cultivos. Pero… ¿Qué equipo de luces LED es el mejor? ¿Qué diferencia hay de unas a otras? ¿De qué forma afecta su luz a las plantas? Acompáñanos a descubrir todos los secretos de este tipo de focos para el cultivo de marihuana.
¿Qué es una bombilla LED en el cultivo de marihuana?
El diodo emisor de luz o LED es un dispositivo semiconductor que emite luz cuando se le aplica una corriente eléctrica. A diferencia de las bombillas incandescentes, los LED no utilizan filamentos y son mucho más eficientes en el consumo de energía.
Características generales de las lámparas LED de cultivo.
Existen distintos tipos de diodo adecuados para horticultura y cultivo de cannabis, según la radiación que emiten.
- Espectro de luz azul para el periodo vegetativo.
- Espectro de luz roja especial para el periodo de floración.
- Ultravioletas o infrarrojas, invisibles para el ojo pero que afectan a la productividad y calidad de la cosecha.
- Full Spectrum o de espectro completo, que imitan la luz blanca del sol y contienen todo el rango de radiaciones que las plantas necesitan a lo largo de su vida, todo en uno.
La combinación de estos diodos da lugar varios tipos de lámparas LED:
- LED SMD (Surface Mounted Device): Tres diodos en el mismo chip, que suelen estar montados con espectros específicos, azul de crecimiento, rojo profundo para floración, etc. Estos equipos tienden a producir más calor, como el Blooming LED, pionero en el uso de esta tecnología y han quedado algo anticuados en favor de otros sistemas más ligeros y que se calientan menos.
- LED COB (Chip on Board): Este tipo de luz encapsula distintos diodos (más de tres) en un solo chip, lo que permite una emisión de luz más uniforme y potente. Las luces COB suelen emitir un espectro de luz más natural y brillante.
- LED UV o Infrarrojos. Emiten radiaciones fuera del rango visible, pueden ir montados en una luminaria de espectro completo o ser unidades aparte para iluminar en ciertos momentos del proceso, como el UV en fase de floración para dar más fuerza a la producción de resina.
- LED Modular (Quamtum Board): Estos sistemas de paneles modulares están compuestos por múltiples diodos LED en una superficie grande y plana. Ofrecen espectro completo y pueden cubrir áreas de cultivo grandes sin puntos calientes ni sombras.
- LED Full Spectrum: Simulan la luz del sol y sirven para todas las etapas de vida de la planta.
- LED regulable: Permite ajustar la radiación de los LEDs según la fase de la planta (crecimiento, floración…) para un resultado más personalizado.
Ventajas y desventajas de la iluminación LED en el cultivo de marihuana
La utilización de focos LEDs tiene muchas ventajas directas y algunas desventajas que conviene conocer para conseguir el máximo rendimiento del cultivo de cannabis. Vamos a hacer un repaso, comparándolos con otros sistemas de iluminación como HPS y bajo consumo (CFL).
Ventajas
- Espectro de luz completo: solo se necesita un foco para todo el ciclo de vida de la planta, con el consecuente ahorro de tiempo, dinero y esfuerzo. Para HPS son necesarias bombillas específicas de crecimiento y/o floración.
- Emiten mucho menos calor que las HPS, con lo que se reduce el peligro de quemar tus plantas. Además, el control de temperatura favorece tanto el sabor como los aromas del resultado final, pues al haber menos temperatura, los terpenos se volatilizan menos. Del mismo modo, los sistemas de refrigeración serán menos necesarios en lugares calurosos.
- Menos consumo eléctrico, mayor eficiencia por vatio y ahorro en tu factura.
- Alta potencia, al contrario que los modelos antiguos, se ha mejorado el aprovechamiento de energía para producir más luz para las plantas sin aumentar el calor.
- Distintos modelos y tamaños para adaptarse a todas las necesidades del cultivador, aunque tanto el sistema de iluminación HPS como el CFL también están muy estandarizados.
- Larga duración, hasta 100.000 horas. Las bombillas de bajo consumo, como los CLF, pueden durar entre 7.000 y 15.000 horas. Los HPS, entre 20.000 y 30.0000. Todo dependiendo del uso y de la eficacia lumínica, que disminuye tras cierto número de horas y es un factor clave en la iluminación en cultivos de interior.
- Alta calidad de los materiales, duraderos, ligeros y sencillos de manejar.
- Facilidad de montaje, sin aparatosos reflectores ni campanas de reflexión.
- Control óptimo del cultivo a través de reguladores. Estos controles también se pueden aplicar en HPS a través de un balastro.
- En la actualidad, los equipos LED han logrado igualar, incluso superar a las HPS en la producción de radiación de rojos profundos, dando como resultado un incremento en las cosechas con un consumo energético similar.
Desventajas
- Costo inicial más alto, frente a HPS, tanto en equipo como en piezas de repuesto.
- Curva de aprendizaje más alta que otros sistemas de iluminación. El cultivador debe estudiar cuál es la potencia de radiación que más beneficia a su cultivo en cada momento de este proceso.
- Menor penetración de la luz: Las luces HPS emiten una gran cantidad de radiación del espectro rojo, lo cual consigue que la energía lumínica se filtre hasta llegar a las ramas más bajas. Aunque la luz LED se reparte más uniformemente por la superficie y no logra una penetración tan profunda, los focos pueden acercarse más a las plantas sin quemarlas para solventar esta desventaja.
Características técnicas de la iluminación LED en el cultivo de cannabis
Los focos LED ofrecen una serie de especificaciones que es necesario conocer y controlar para conseguir los mejores resultados. Estas particularidades permiten diferenciar unas luminarias de otras, además de permitir un estudio de las necesidades del cultivo y la elección de un producto u otro. Te mostramos las características a tener en cuenta.
PE/Eficiencia Fotosintética
Este valor, expresado en micromoles/julio (μmol/J), mide la cantidad de fotones útiles que produce la lámpara por cada unidad de energía que consume. Las luces LED más eficientes tienen valores de 2.0 μmol/J o superiores, lo que significa que usan menos energía para producir la misma cantidad de luz que otro tipo de fuentes.
Por ejemplo, en un LED de alta calidad vas a encontrar valores de eficiencia de 2.5 – 3.0 μmol/J
Emisión de calor
Las luces LED emiten muy poca radiación de calor. Sin embargo, algunos equipos antiguos se calientan más que otros más modernos.
Potencia
Las lámparas LED consumen menos energía que otras lámparas, como hemos visto en la comparación con las HPS, por ejemplo. Dependiendo del tamaño del cultivo, se pueden encontrar LEDs desde 100W hasta 600W o más. Cuanta más potencia, más evidente es su eficacia energética.
PAR
Las plantas de cannabis son vegetales que adoran la luz del sol, de hecho, la necesitan en grandes cantidades, más que otras plantas, para obtener energía mediante su proceso de fotosíntesis y conseguir una cosecha maximizada y de óptima calidad.
Aunque está demostrado que existen más amplitudes de onda que también afectan a las flores, las preferidas por las plantas son las que hay entre 400 y 700 nanómetros. Este valor se conoce como rango PAR (Photosynthetically Active Radiation) y es muy importante conocerlo.
Podemos ver rápidamente cómo influye cada segmento de radiación luminosa en el desarrollo de las plantas.
- Luz azul (400 – 500nm): especial para la etapa de crecimiento vegetativo, ayuda a la planta a producir nuevas ramas y tallos más fuertes, compactos y robustos.
- Luz verde (500 – 600nm): Las plantas reflejan mucha luz verde, por eso las vemos de ese color. Sin embargo, una pequeña cantidad es absorbida y puede contribuir a un crecimiento saludable, aunque no es tan importante como la luz de otros colores.
- Luz roja/roja profunda (630 – 660/720 – 740nm): La luz roja, como hemos visto al hablar de las lámparas HPS, es la más necesaria durante la fase de floración pues es indispensable para el correcto crecimiento y engorde de las flores. La roja profunda es responsable de atravesar las cubiertas superiores de la planta y acelerar notablemente su floración.
- Luz UV e Infrarrojos: Se encuentran fuera de los rangos de la luz visible. La infrarroja contribuye a los procesos de imitación de luz natural del sol y la UV da un punto de intensidad a la producción de resina al final del ciclo de floración.
PPF y PPFD
Estas siglas representan valores que miden tanto la luz real emitida por la lámpara (PPF) y la luz real que llega a las plantas (PPFD). Se trata de medidas muy importantes a la hora de elegir tu lámpara y, aunque parezca muy técnico, es fácil de entender como puedes ver a continuación.
- PPF (Flujo de Fotones Fotosintéticos): Es la medida de emisión de fotones que produce una lámpara LED por segundo y nos da una idea de cuánta luz total emite. Se mide en micromoles por segundo (μmol/s) y las mejores luces tienen un número alto porque producen muchos fotones. Las más económicas, pueden tener entre 0.8 y 1.5 μmol/s
- PPFD (Densidad de Flujo de Fotones Fotosintéticos): Esta expresión nos dice cuánta de la luz emitida por la lámpara llega a una parte específica del cultivo, la cantidad de luz real que reciben las plantas en un área determinada. Se mide en μmol/m2/s.
Ambas medidas se deben tener en cuenta para calcular la distribución de la luz en el cultivo, pues si hay poca, las plantas crecerán muy despacio y si hay mucha, se pueden quemar. También hay que tener en cuenta la fase de crecimiento en la que se encuentren.
Para hacerte una idea, aquí tienes una relación general de lo que necesita tu cultivo en cada momento:
- PPFD para plántulas o esquejes: 200 – 400 μmol/m2/s.
- PPFD para Etapa de Crecimiento Vegetativo: 400 – 600 μmol/m2/s.
- PPFD para Etapa de Floración: 600 – 1000 μmol/m2/s.
Sistema de enfriamiento:
No todas las luminarias LED se refrigeran de igual manera y eso afecta a la eficiencia energética del sistema. Encontramos dos tipos:
- Activo: con ventiladores o sistema de refrigeración incorporado. Suele ser habitual en equipamientos más antiguos.
- Pasivo: suele encontrarse en las lámparas de barras de LED. Estos LEDs se calientan tan poco que solo utilizan algunos disipadores.
Área de cobertura
Otro punto de gran relevancia es conocer el espacio que quieres iluminar en tu cultivo de cannabis. El área de cobertura, también llamada área de cultivo, viene señalada en la descripción técnica de cualquier lámpara LED. Al existir una amplia variedad de modelos, encontrarás luminarias adaptadas a todo tipo de tamaños de cultivo.
Ángulo de la luz
Además de conocer el área de cobertura, también debes contemplar la distribución de la luz que hace el ángulo en el que se cuelgan las luces.
- Ángulos estrechos (45 – 90º) – Son adecuados para enfocar un área pequeña, perfecto para atravesar los estratos de las plantas más altas y que la luz llegue más abajo.
- Ángulos amplios (120º o más) – La luz se distribuye en un área más grande, útil para espacios grandes o en plantas más bajas.
CRI
Es la nomenclatura de Índice de Reproducción Cromática (Color Rendering Index). Se trata de una expresión que indica cómo de bien se representan los colores reales bajo la luz LED.
No es imprescindible para el desarrollo de las plantas pero es interesante conocerlo, pues un CRI alto podría ayudar a distinguir mejor los colores y, por tanto, la salud de tus plantas, si están verdes, si tienen manchas o señales de plagas. También puedes ayudarte con unas gafas que muestren los colores reales.
Funciones adicionales
Las características técnicas más importantes pueden completarse con algunas funciones extra que los cultivadores pueden valorar en relación con el tipo de cultivo y su tamaño.
- Conexión en cadena: la luminaria está provista de un puerto para conectar varios focos a la vez. Esto te permite bajar o subir la potencia de todas las lámparas a la vez.
- Simulación de salida y puesta de sol: transiciones suaves para menor estrés lumínico.
- Control inteligente a través de una app.
- Control de intensidad (dimmer): este regulador de intensidad es una herramienta muy útil para ajustar la intensidad de la luz según las necesidades del cultivo, permitiendo ahorrar energía, reducir temperatura, simular ciclos naturales de luz y mejorar la calidad de los cogollos en la fase de floración. Puede incluírlo la lámpara o usarse un controlador.
¿Cómo elegir una lámpara LED para el cultivo de marihuana?
Ahora que ya conoces las características técnicas más importantes, el reto consiste en elegir una lámpara que cumpla con las especificaciones de tu espacio de cultivo.
- PE/Eficiencia fotosintética: Elige LEDs de alta calidad con valores de eficiencia de por lo menos 2.5 – 3.0 μmol/J.
- Busca una lámpara que emita el menor calor posible.
- Selecciona la potencia (W) necesaria para tu espacio de cultivo.
- Amplio rango PAR
- Números PPF y PPFD altos.
- Sistema de refrigeración pasivo.
- Escoge el espacio de cobertura y el ángulo de iluminación más ajustado a tus necesidades.
- ¡Saca partido de las funciones adicionales!
Instalación y mantenimiento
Instalando una luminaria LED : Altura correcta y potencia
Elegida la luminaria LED, solo queda montarla en el armario o sala de cultivo. Este paso no guarda demasiados secretos, tan solo hay que colgar la lámpara de las barras o del techo con los cables y ganchos que estas lámparas suelen incluir.
El punto clave es la altura de la lámpara en relación a las plantas. Demasiado cerca, se pueden quemar, demasiado lejos y crecerán muy lentamente. Te damos unas recomendaciones generales, pero ten en cuenta que todo depende del tipo de lámpara LED que tengas y de sus características técnicas.
- Fase de plántula (germinación, plántulas jóvenes o esquejes): entre 60 y 90cm (24 – 36”) ya que las plántulas son muy sensibles, mejor alejar el foco.
- Fase de crecimiento vegetativo (cuando crecen brotes, ramas y hojas): entre 45 – 60cm (18 – 24”), ya que en esta fase las plantas necesitan más luz.
- Floración (cuando crecen los cogollos): entre 30 – 45cm (12 – 18”), puesto que las flores necesitan mucha luz para desarrollarse y engordar.
Es necesario tener en cuenta los valores de potencia del foco y el PAR para hallar una distancia en equilibrio que no queme las plantas ni las haga crecer atrofiadas. Sé precavido: piensa que cuando doblas la distancia, la intensidad de la luz se reduce a una cuarta parte, por las propiedades de la regla de los cuadrados inversos.
Contempla la potencia del foco, su área de cobertura y ajusta la luz según la etapa de crecimiento como te indicamos. También puedes ayudarte con un medidor de PAR, una herramienta que mide la luz útil para la fotosíntesis de tus plantas y darles la energía exacta que necesitan.
Por último, recuerda que el área de cobertura se enfoca bien hacia abajo pero no tanto a los lados, así que tendrás buena iluminación en las plantas que estén justo debajo del foco y como mucho a 20cm por los laterales.
Recomendaciones de uso y mantenimiento
Los focos LED no necesitan un mantenimiento exhaustivo como podrían requerir los HPS, sin embargo se debe llevar a cabo una revisión periódica de ciertos aspectos que pueden interferir en el desarrollo del cultivo:
- Ajuste de la altura: sigue las instrucciones que te hemos dado en el punto anterior para tener un cultivo de éxito.
- Limpieza regular: con paño suave en seco, para limpiar polvo y residuos.
- Revisa la refrigeración y ventilación.
- Comprueba la efectividad del valor PPFD con un luxómetro.
- Asegúrate de que la luz LED cubre el espectro completo.
- Verifica que la cobertura de luz sea suficiente para el área de cultivo.
Consejos generales para el cultivo de Cannabis con LED
Ya tienes tu foco LED elegido y montado en tu espacio de cultivo, ¡genial! Vamos a terminar con unas sugerencias que te vendrán bien a la hora de iniciar un cultivo de cannabis con este tipo de iluminación.
Como has visto, esta luz es una gran novedad que ya se ha puesto al nivel de otras entre las preferencias de los cultivadores. Sin embargo, posee una curva de aprendizaje mayor que otros sistemas, lo que nos lleva a tener en cuenta varios factores:
- La luz LED cambia el metabolismo de las plantas. Al contener más radiación del rojo profundo, azul e infrarrojas, su capacidad de alimentación cambia, por lo que hay que asegurar un suministro de macronutrientes especializado, rico en calcio, hierro y magnesio.
- La luz LED calienta menos a las plantas, así que crecen en un ambiente más fresco y necesitan menos hidratación. No te pases con el riego.
- Compensa la “baja temperatura” subiéndola hasta algo más de 26º. Esto también mejora la asimilación de macronutrientes.
- Es conveniente usar un luxómetro para medir la incidencia de la luz en el cultivo y descubrir los puntos a los que la luz no llega de manera directa. Recuerda que el foco LED concentra la luz hacia abajo pero no tanto hacia los lados.
- Como decíamos, la luz LED calienta menos el ambiente, así que las plantas evaporan menos y necesitan menos hidratación. Utiliza macetas algo más pequeñas y realiza riegos más frecuentes con menos líquido.
- Cuidado con los tipos de LED, escoge el más adecuado para tu cultivo. Existen muchas posibilidades pero aparte de los focos de espectro completo, pueden encontrarse otros para una fase en concreto, como los de floración o crecimiento. No te confundas o podrías dar al traste con el cultivo.
- No compres focos LED de baja calidad. Los focos baratos de dudosa procedencia o “para principiantes” suelen tener LEDs de baja calidad lumínica y consumen más que otros de alta eficiencia. Asegúrate además de comprarlo en un sitio de confianza. Cualquier problema que pueda surgir será más fácil y rápido de solucionar.
- Consigue unas gafas de visión optimizada para poder ver los colores reales del cultivo y descubrir con fidelidad carencias, plagas y estado de salud general de las plantas. Las hay diseñadas para este fin en concreto y las mejores son las que tienen filtro de corrección de espectro o protección contra luz azul.
- Ten cuidado con los ciclos de luz incorrectos. Las plantas autoflorecientes pueden funcionar bien con un ciclo de 18-24 horas de luz desde su nacimiento, pues seguirán floreciendo de forma automática. Sin embargo, las semillas feminizadas suelen cultivarse mediante un ratio de 18 – 24 horas durante la fase vegetativa y luego ponerlas a florar con una de 12h luz y 12h oscuridad.
Si eres primerizo, presta atención a estos ratios de iluminación y utiliza un temporizador para evitar errores.
- Piensa que ningún equipo, por sofisticado y caro que sea, va a producir flores de excelente calidad como por arte de magia. No te desanimes, repasa nuestros consejos y comprueba qué es lo que le va mejor a tu cultivo.
Esperamos que esta pequeña guía te haya servido, no solo para elegir la luz LED más adecuada, sino para resolver cualquier duda que te haya surgido sobre este tipo de iluminación. ¡Nos vemos bajo los focos!