El abonado es una parte esencial para el desarrollo de las plantas de cannabis, que estas reciban los nutrientes necesarios en cada etapa de su vida les ayudará a producir una cosecha abundante y de calidad.
Elegir los mejores fertilizantes para tus plantas de cannabis marcará una gran diferencia en cuanto al resultado final. Sigue leyendo porque a continuación te explicamos las características de cada tipo de abono.
¿Cuál es el origen de los diferentes tipos de fertilizantes?
Los fertilizantes orgánicos son de origen biológico, es decir, se producen o se obtienen de elementos presentes en la naturaleza. El humus de lombriz, por ejemplo, se obtiene de los excrementos de un tipo de lombriz roja californiana. Este fertilizante, aparte de ser un abono muy completo, es muy útil para el cultivo de marihuana ya que con él no se corre riesgo de sobrefertilizar las plantas o de quemar sus raíces. Por ello, es un fertilizante ideal para principiantes, especialmente en cultivos de exterior.
Otros ejemplos de abonos orgánicos son el guano, excrementos parcialmente descompuestos de murciélago; la harina de pescado, que se obtiene del pescado seco y triturado; o la harina de hueso, que se obtiene a través de los huesos secados y triturados.
Además, existen múltiples marcas en el mercado que ofrecen soluciones nutritivas de origen 100% biológico para la fertilización de las plantas de marihuana. Se trata de preparados con distintos ingredientes de origen natural como por ejemplo Biobizz Bio Grow, un fertilizante completo biológico pensado para aportar los nutrientes que la planta necesita en la fase vegetativa. Eso sí, se trata de un fertilizante diseñado para aquellos cultivadores que deciden utilizar tierra para el sustrato de sus plantas.
Así como también existen abonos complementarios para todo el ciclo de vida de las plantas, que sirven para aportar una ayuda complementaria a los fertilizantes principales. Dentro de este tipo encontramos Biobizz Bio Heaven, un potenciador de energía que puede usarse en todo tipo de sustratos y que aporta vigor y energía a las plantas.
En cambio, los fertilizante inorgánicos, también llamados minerales, se obtienen a través de diferentes procesos industriales. Esto no significa que sean peores o mejores, muchos cultivadores prefieren unos u otros según sus necesidades, a continuación te explicamos las ventajas y desventajas de cada tipo para que puedas elegir los que mejor se adaptan a tu jardín.
Ventajas y desventajas de los fertilizantes ecológicos y los minerales
Como acabamos de explicar, existen diferentes parámetros de cultivo que pueden hacer que los cannabicultores se decanten más hacia un tipo de fertilizantes u otros. Entre ellos, será importante valorar qué objetivo persigues a la hora de realizar tu cultivo, si quieres realizarlo en interior o exterior, y dentro de los diferentes métodos de cultivo indoor, cuál vas a elegir.
Velocidad de la liberación de los nutrientes
En cuanto a la rapidez de liberación de los nutrientes en el caso de los fertilizantes orgánicos, esta se produce de forma más lenta.
- Ventajas: los abonos biológicos aportan una nutrición más consistente a largo plazo y, por ello, se garantiza un abonado más consistente. Es decir, los nutrientes que las plantas necesitan se absorben de forma más paulatina y lenta, por ello, si se aplican correctamente es más difícil que aparezcan carencias extremas de un día para otro.
- Desventajas: con este tipo de abonado puede ser más difícil corregir una carencia de forma rápida, lo que podría perjudicar el desarrollo de las plantas, especialmente si se trata de variedades autoflorecientes, donde cada día cuenta o si, en el caso de las cepas feminizadas o regulares, estas se encuentran el la fase de floración, donde el margen de error se reduce.
En el caso de los fertilizantes minerales o inorgánicos, la liberación de los nutrientes se hace de manera más inmediata.
- Ventajas: este tipo de fertilizantes son efectivos para “rescatar” a las plantas de forma rápida y corregir posibles errores en la nutrición.
- Desventajas: los efectos de los nutrientes se ven de forma más inmediata, pero duran menos, por lo que hay que tener un mayor control de la nutrición de las plantas para no producir desajustes en su alimentación. Con este tipo de abonos es más fácil equivocarse y sobrefertilizar las plantas, por ello, hay que poner mucha atención a las señales que estas dan a través de su aspecto, en especial de sus hojas.
Efectos de los fertilizantes orgánicos e inorgánicos sobre el suelo
A continuación veamos qué puntos fuertes y débiles ofrecen los fertilizantes orgánicos en relación con el sustrato:
- Ventajas: implementan la calidad del suelo, promoviendo la vida de microorganismos beneficiosos para las plantas que contribuyen a que esta sea más resistente contra las adversidades ambientales. Además, este tipo de fertilizantes mejoran la capacidad de retención de agua del suelo y previenen su erosión. También existen otros productos, como las micorrizas, que si bien no son fertilizantes en sí, actúan de forma simbiótica con las plantas de cannabis, mejorando su capacidad de absorción de nutrientes y su inmunología.
- Desventajas: dependiendo del tipo de cultivo y de sustrato, estos abonos no resultan los más adecuados. Por ejemplo, cuando se trata de un cultivo de interior en hidropónico o en coco. Este tipo de cultivos necesitan de unos tipos de fertilizantes muy específicos ya que todos los nutrientes se aplican a través del riego, pues se realizan con sustratos inertes (que no contienen ningún tipo de alimento). Por ello, los abonos orgánicos son adecuados para los cultivos que se realizan en sustrato de tierra. Además, muchos de los cultivos hidropónicos se realizan con riegos automáticos, y los fertilizantes orgánicos se pudren si se dejan más de 24-48 horas en el tanque de agua, a diferencia de los inorgánicos.
Los fertilizantes minerales también ofrecen pros y contras en relación con el suelo:
- Ventajas: los abonos no orgánicos son más económicos y además suelen ser más concentrados, con lo que una menor cantidad de producto será suficiente para cubrir esos cultivos que, como acabamos de mencionar, dan un mejor resultado con el uso de este tipo de fertilizantes. Hay algunos cultivadores que por razones económicas buscan el mayor rendimiento con el menor gasto posible. Si bien es muy difícil calcular qué resulta más rentable, ya que para realizar un cultivo hidropónico normalmente se necesita una mayor inversión inicial que si se realiza en tierra, a la larga, los gastos pueden ser menores y el rendimiento mayor. Eso sí, este tipo de cultivos requieren de un control y una precisión mucho mayor, por lo que no es la opción más adecuada ni segura para cultivadores noveles.
- Desventajas: debido a que este tipo de fertilizantes no son de origen biológico, no son lo más adecuado para el medio ambiente. Es decir, erosionan el suelo y pueden contaminarlo así como también pueden contaminar las aguas. Si se realiza un cultivo en exterior con este tipo de fertilizantes es necesario tener esto en cuenta para dejar el menor impacto posible en el medio ambiente. Por ello, se recomienda el uso de fertilizantes orgánicos siempre que sea posible si se va a cultivar cannabis en la naturaleza.
Sabor y aroma en el cannabis y su relación con los fertilizantes
Por último, hay dos parámetros que deben tenerse en cuenta a la hora de elegir el tipo de fertilizantes con los que realizar un autocultivo de cannabis.
Por un lado, hay que tener en cuenta que el sabor y el aroma de las flores de cannabis se puede ver afectado por el tipo de fertilizantes que se utilice. Los abonos orgánicos potencian la producción de terpenos, las moléculas aromáticas que dan sabor y olor al cannabis, a la vez que no lo “enturbian”. Sin embargo, los fertilizantes minerales no son tan respetuosos en este aspecto y por ello el sabor y aroma de los cogollos de marihuana se puede ver afectado por el uso de este tipo de abonos.
Si se va a cultivar cannabis con fertilizantes inorgánicos debe hacerse un buen lavado de raíces para eliminar del sistema de la planta cualquier rastro de fertilizante y conseguir un sabor lo más limpio posible.
Una sobrefertilización con abonos minerales o el simple hecho de no hacer un lavado de raíces, puede hacer que ese cannabis “pique” o “rasque” en la garganta al consumirlo.
Otro factor a tener en cuenta a la hora de elegir fertilizantes biológicos de otros que no lo son es nuestra propia salud. Hay que tener en cuenta que todos los productos que se aplican a la planta terminan en nuestro organismo al consumir sus ricos cogollos. Por ello, cuánto más natural y orgánico sea el origen de los abonos aplicados al cultivo, mayores garantías de seguridad tendremos al consumir sus flores.
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