El origen de los términos índica y sativa para la marihuana
Todo usuario que haya estado mínimamente en contacto con el universo cannábico, habrá oído más de una vez la clasificación de las variedades de cannabis como índica o sativa.
En realidad, esta clasificación se enraíza en el origen de las llamadas variedades Landrace de marihuana, y es necesario echar la vista atrás unas cuantas décadas para comprender su verdadero significado.
Se conoce que la planta del cannabis es original de la cordillera del Himalaya y, desde ahí, se diseminó por diferentes lugares del planeta.
Las llamadas genéticas Landrace de marihuana son aquellas que fueron domesticadas por el hombre en aquellas regiones en las que el cultivo de cannabis se ha practicado de manera tradicional mucho antes del surgimiento del mercado moderno (Colombia, México, Tailandia, Afganistán, Pakistán…).
Estas variedades se adaptaron a las condiciones ambientales de cada región y, por ello, fueron modificando su morfología original y composición con el fin de sobrevivir a los diferentes desafíos medioambientales, así como a las plagas y depredadores de cada zona.
Así fue como surgirían las llamadas variedades índicas y sativas.
Características de las plantas de marihuana índica y sativa
Como acabamos de mencionar, la adaptación al medio de estas variedades Landrace de cannabis dio lugar las llamadas variedades de marihuana índica y sativa que tenían rasgos distintivos entre ellas:
- Variedades de cannabis índica: este tipo de cepas se cultivaban a gran altitud en las laderas de los valles de Afganistán y Pakistán, por ello, su morfología se adaptó al clima árido y a las embestidas del viento. Las índicas son plantas de pequeña estatura, achaparradas, con un tronco grueso y una ramificación lateral que crece de manera que le da aspecto cónico a la planta. Su distancia internodal es corta, sus hojas de color verde oscuro con foliolos anchos y sus cogollos son apretados, más bien redondos y repletos de resina. Las índicas tienen un periodo de floración corto y un efecto sedante, narcótico y de relajación física.
- Variedades de marihuana sativa: las genéticas de cannabis sativa se adaptaron a climas húmedos y calurosos, en lugares como Jamaica o Colombia. Son plantas de mayor altura, con una distancia internodal ancha y hojas de color verde más claro y foliolos más finos. Los cogollos no son tan apretados como en el caso de las variedades índicas y, en general, la planta tiene una estructura ideada para que exista una buena aireación para evitar la aparición de los hongos. Las variedades Sativa son cepas con periodos de floración muy largos y efectos vigorizantes, cerebrales y potentes que invitan a la creatividad.
¿Por qué los términos indica y sativa para clasificar la marihuana están obsoletos?
Durante décadas, las cepas de marihuana se clasificaron como índicas o sativas ya que respondían a las características concretas que acabamos de mencionar. Sin embargo, la creación de híbridos de marihuana, que comenzó en los años 70 en Estados Unidos y explotó en los 80 en Holanda, supuso el principio del fin para esta clasificación.
Y es que los breeders comenzaron a cruzar variedades índicas y sativas con el fin de unir los mejores rasgos de cada mundo.
Hoy en día, tras años de evolución de la industria cannábica, encontramos semillas de marihuana a las que ya no resulta apropiado clasificar como “índica” o “sativa”; pues tras generaciones de hibridación presentan rasgos muy variados y mezclados en comparación con sus ancestros.
Aquellas variedades Landrace que tenían unas características muy específicas, diseñadas para sobrevivir en climas concretos, no tienen nada que ver con las variedades de cannabis que se encuentran en el mercado moderno: semillas de CBD, semillas feminizadas, semillas autoflorecientes, semillas CBG…¡El abanico de posibilidades hoy en día es inmenso! Una gran variedad de genotipos pensados para cubrir necesidades más concretas.
Por ello, una revisión a los términos índica y sativa y un nuevo sistema de clasificación más detallado es necesario.
Efecto índica o sativa de las variedades de cannabis
Hasta hace muy poco se creía que los efectos llamados índica o sativa de las variedades de marihuana se debían a su composición de cannabinoides, más concretamente, a sus niveles de THC y CBD.
Sin embargo, hoy en día sabemos que los responsables detrás de los diferentes efectos más sedantes o más energizantes en realidad son los terpenos, las moléculas aromáticas responsables del olor y sabor del cannabis.
Lo que sucede es que, los terpenos, aunque regalan esos sabores exquisitos que enamoran, en realidad están diseñados para proteger a la planta de plagas, enfermedades y depredadores.
Por ello, según la zona a la que tuvieron que adaptarse, las variedades Landrace desarrollaron un perfil de terpenos determinado u otro. Y es que los terpenos de por sí, producen efectos por sí mismos, aunque no resultan psicoactivos como los del THC.
Efectos de las variedades de cannabis según su perfil de terpenos
Los terpenos son las moléculas que se encuentran en plantas y frutos (incluido el cannabis) y que son los responsables de su aroma y sabor.
Estos compuestos no solo otorgan deliciosos aromas a la marihuana, sino que también juegan un rol muy importante a la hora de modular sus efectos, tanto terapéuticos como psicoactivos.
Entre todas las variedades de cannabis, se han encontrado de hasta 220 terpenos en total, y cada variedad de marihuana contiene casi un centenar terpenos en su perfil (entre mayoritarios y minoritarios). Por este motivo, su aroma es tan complejo y redondo.
Sin embargo, algunos terpenos se encuentran en mayores cantidades y se consideran los terpenos principales del cannabis:
- Mirceno
- Cariofileno
- Linalool
- Limoneno
- Humuleno
- Pineno
- Terpinoleno
Cada uno de estos terpenos tiene unas propiedades particulares. Por ejemplo, el Limoneno promueve el foco y puede resultar energizante, mientras que el Mirceno tiene propiedades sedantes y narcóticas.
Por ello, según sea la combinación de los terpenos en el perfil de cada variedad, es decir, qué cantidades hay de qué terpeno, las cepas de cannabis producen un efecto u otro.
Semillas de marihuana ricas en THC, CBD y CBG
Podríamos establecer que la clasificación tradicional del cannabis como índica, sativa e híbridos ha quedado obsoleta debido a la evolución del mercado cannábico y al trabajo de breeding de los bancos de semillas.
Esta tradicional clasificación que se basaba en la morfología y sus efectos, y que era eficaz para describir las variedades Landrace y los primeros híbridos, se está volviendo insuficiente para describir la complejidad y la diversidad de efectos, morfologías y aromas que las diferentes cepas pueden proporcionar.
Hoy en día existen diferentes tipos de semillas de marihuana que ofrecen distintos perfiles de cannabinoide: desde variedades con diferentes ratios THC/CBD, hasta variedades ricas en CBG.
La ciencia está descubriendo el papel y los mecanismos de interacción de las moléculas del cannabis, cómo los terpenos junto a los cannabinoides actúan en sinergia definiendo los efectos de las variedades en lo que se denomina “efecto séquito”.
Por ello, surge la necesidad de un nuevo sistema de clasificación más específico y matizado.
Hacia un sistema de clasificación del cannabis basado en su composición química
Hoy en día existen variedades de marihuana que ofrecen un amplio abanico de perfiles de cannabinoides y terpenos. Por ello, un nuevo sistema de clasificación podría implicar la categorización de las cepas de cannabis según su perfil químico específico.
Este nuevo sistema ayudaría al usuario a predecir los efectos de la genética en cuestión con mayor precisión, y facilitaría la elección de la cepa acorde con sus necesidades.
Por ello, una propuesta para la nueva clasificación de las variedades de marihuana sería dividirlas en categorías según sus efectos: relajantes, equilibradas, creativas, con una alta psicoactividad, con ningún tipo de psicoactividad, etc.
Sin duda, este nuevo sistema debería ir acompañado y basarse en los resultados de los análisis de los compuestos de la variedad en laboratorio. Esto plantea nuevos desafíos, como por ejemplo la implementación de nuevos sistemas de estandarización y análisis, así como la difusión de información y la educación al usuario sobre el significado de los perfiles químicos de las cepas.
Sin embargo, la adopción de un nuevo sistema de clasificación más preciso, así como de nuevos procesos de análisis y estandarización, contribuirían en una mejora de la seguridad y la experiencia del usuario. Un beneficio que se aplicaría al ámbito del cannabis recreacional pero que sin duda es imperativo en el ámbito medicinal.
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