El cultivo de cannabis en climas fríos como por ejemplo en países del norte de Europa como Alemania o Inglaterra, presenta algunos desafíos característicos.
Hay que tener en cuenta que el rango óptimo para el cultivo de cannabis es 20 – 22º de mínima (nocturna) y entre 24 – 26º de máxima temperatura diurna. Sin embargo, se puede cultivar cannabis dentro de unos parámetros de 18º de temperatura mínima de noche y 30º de día.
Fuera de esos límites, la planta tendrá más dificultades para llevar a cabo sus procesos biológicos lo que conlleva:
- Dificultades para absorber los nutrientes.
- Retraso o estancamiento del crecimiento.
- Sistema radicular contraído.
- Puede aparecer hermafroditismo, debido al estrés térmico, en especial cuando las temperaturas son demasiado elevadas.
- Pudrición de raíces.
- Más posibilidades de ataques de moho y hongos.
Todos estos factores tienen como consecuencia una reducción drástica tanto de la calidad como de la cantidad de flores.
Cómo cultivar cannabis en exterior en climas fríos
Como acabamos de explicar, la planta de marihuana necesita unas temperaturas templadas para desarrollarse correctamente. Por ello, cuando hablamos de cultivar cannabis en exterior en climas fríos, nos referimos siempre a hacerlo dentro de la estación de verano.
Si bien en algunas regiones más cálidas como por ejemplo el Sur de España se pueden germinar las semillas de marihuana en los meses de Marzo-Abril, en climas del norte habrá que esperar a la llegada del buen tiempo.
Por lo general, este tipo de climas más fríos pueden ser variables y su verano es mucho más corto, por ello:
- Asegúrate de que el buen tiempo ha llegado para quedarse. En su primera fase de vida las plantas de marihuana son muy vulnerables, una caída brusca de las temperaturas podría resultar fatal.
- Si el verano en tu región no empieza hasta bien entrado el mes de junio y quieres conseguir plantas de buen tamaño con semillas feminizadas, puedes germinar tus semillas y ponerlas a vegetar en cultivos de interior (en los meses de abril-mayo), y sacarlas al exterior en junio cuando las temperaturas sean más favorables.
Elige las semillas de marihuana adecuadas para cultivar en climas fríos
Uno de los peligros principales de cultivar marihuana en exterior en climas fríos es la temprana llegada del otoño. En zonas norteñas del hemisferio norte, octubre ya es un mes frío con propensión a las lluvias.
Por ello, una buena opción para evitar que tu cosecha se malogre con la aparición de hongos y otras enfermedades, son las semillas Fast version.
Este tipo de cepas son semillas fotoperiódicas que dependen del cambio de ciclo de luz para comenzar su floración (por tanto podrás hacerlas crecer tanto como quieras y alcanzar un gran tamaño), que tienen la peculiaridad de tener un periodo de floración 2 semanas más corto que el de las semillas feminizadas normales. Estas variedades resultan de cruzar variedades autoflorecientes con variedades feminizadas fotodependientes.
Por ello, variedades como BCN Critical XXL Fast de Seedstockers estarán listas para cosechar a mediados de septiembre sin renunciar a grandes cosechas de enorme calidad.
Las semillas autoflorecientes son las reinas del cultivo en exterior en climas fríos, ya que su ciclo completo de vida (desde la germinación hasta la cosecha), es de tan solo 3 meses. Se trata de variedades que no dependen de la cantidad de horas recibidas para florecer, así que son perfectas para aprovechar la corta ventana de verano de países con climas fríos.
También existen variedades fotodependientes que no contienen cruces con Ruderalis (origen de las autoflorecientes), pero que acaban de florecer antes de final de septiembre. Esto es debido al buen hacer de los breeders que consiguen desarrollar estas semillas, y que seleccionan para sus cruces plantas con tiempos de floración muy cortos. Este sería el ejemplo de Jamaican Dream, que se recoge a finales de Septiembre, con una calidad superior, evitando así el frío del Otoño.
Consejos para el cultivo de cannabis en exterior en climas frío
- Cultivo en suelo Vs cultivo en maceta: la temperatura en maceta siempre se podrá controlar mejor que en el suelo, mediante la aplicación de mantas eléctricas, calentadores, hilo radiante, etc. En suelo directo se puede intentar con coberturas de mulch o pasto.
- Protege tus plantas: los cambios de temperatura en verano en climas fríos son habituales, por ello, debes tener preparado algún sistema para proteger tus plantas de lluvias torrenciales o noches demasiado frías. Para ello puedes utilizar toldos o una estructura sobre la que poder poner un plástico transparente y montar un invernadero temporal para proteger tu cultivo del frío.
- Aporte de vida microbiana: un sistema radicular fuerte es algo preciso en cualquier planta, máxime si ésta va a ser sometida a estrés térmico. Los compuestos con Trichodermas y Micorrizas ayudarán a nuestras plantas, pero existen compuestos especializados como los que aportan las algas como el Kelp y el Ascophyllum Nodosum. Ésta última genera la producción de ciertos aminoácidos que, en condiciones de congelamiento, aumenta la concentración de azúcares y ayuda a la planta a pasar de largo de las temibles heladas.
- Germinar dentro, crecer fuera: el cultivador prudente germina y deja crecer un poco los plantones en interior antes de sacarlos fuera, pues son particularmente sensibles a los cambios de temperatura.
- Aportes de nutrientes específicos: controla el estrés abiótico con elementos como el Silicio, el Boro y el Zinc, presentes en algunos abonos y aditivos. A su vez, puedes profundizar en los efectos beneficiosos de la aplicación de ácidos húmicos y fúlvicos.
- Evita el “shock térmico”: existen los “golpes de calor” y los “golpes de frío”, también conocidos como heladas. Puede reconocerse porque la planta, anteriormente en estado correcto, se estresa perdiendo tensión en las hojas y mostrando un aspecto marchito. En este caso, el impacto de temperatura puede ser prevenido con unos plásticos de tipo invernadero.
- Riego correcto: es aconsejable el riego durante las horas centrales del día, aprovechando al máximo la luz del sol. De esta forma, la planta tiene tiempo para recoger el agua que necesita antes de la noche, cuando hace más frío y puede tener más dificultades para hacerlo. Usar la cantidad justa de agua y regar solo cuando sea preciso, evitará muchos problemas relacionados con la podredumbre de las raíces.
- Mejora la estructura del suelo: para un cultivo de exterior en climas del norte, es indispensable que el suelo tenga un drenaje excelente. Con ello se evitan las acumulaciones de agua que podrían de nuevo, provocar problemas en el sistema radicular. La ventilación del sustrato también debe ser amplia, para conseguir una evaporación correcta.
Cultivo de interior de cannabis en climas fríos
Es imposible cultivar cannabis en exterior en países de climas fríos durante el invierno, pues las temperaturas descienden a niveles demasiado severos.
Esto explica por qué la mayoría de cultivadores en países de clima frío eligen cultivar en interior, ya sea en armarios, en salas o en invernaderos.
- En un cultivo indoor no existen las estaciones, la temperatura y la humedad están controladas y la iluminación proviene de lámparas que se encienden y apagan a voluntad.
- En este tipo de cultivo, siempre se puede optar por calentadores, mantas eléctricas o hilo radiante.
- Los focos HPS o MH desprenden suficiente calor como para mantener abrigadas las plantas, por lo que el cultivador prudente puede aprovechar este calor mediante un ingenioso reparto del aire dentro del cultivo. Si eliges lámparas de led para tu cultivo, no tendrás este aporte de calor.
- Tanto los invernaderos como los armarios pueden estar construidos con distintos materiales que aíslan térmicamente del exterior, manteniendo constante la temperatura interior.
- El sistema de riego puede estar perfectamente ajustado para que ni sobre ni falte humedad.
- Existen multitud de sistemas para evitar que la humedad se acumule, lo que evita la aparición de hongos.
Las mejores semillas de marihuana resistentes al frío
Las variedades autóctonas más adaptadas a climas frescos son las que luego proporcionan plantas de marihuana más resistentes al frío.
Estas variedades son normalmente muy resinosas, de crecimiento rápido y perfil arbustivo. Afganas, Skunk, Kush o Critical, son algunas de las familias más resistentes.
Una de las más conocidas es la Matanuska, una cepa muy cercana a la Ruderalis capaz de resistir temperaturas más bajas que otras variedades o la rapidísima Red Dwarf, que estará lista para cortar 60 días después de germinar. Después, encontramos las mejores semillas para cultivos en exterior en clima frío entre el “star system” cannábico, como la legendaria White Widow, la Northern Lights, Big Bud, Thunder Banana, Super Skunk u OG Kush, pudiéndose incluso probar con una de las novedosas Rotten Apple de Perfect Tree.
Los cultivadores de exterior en estos lugares más fríos suelen aprovechar los meses cálidos para llevar a cabo sus cultivos en exterior, sobre todo en verano. Al ser más corto que en otras latitudes, es recomendable revisar las listas de plantas autoflorecientes, como Orange Kush Auto (63 días en total) o Magnum Auto (75 días en total), que ofrecen su cosecha en apenas tres meses.
Finalmente, el cultivador puede optar por alguna variedad “Fast” o “Early” y conseguir una cepa feminizada que se cosecha dos semanas antes que cualquier otra de su tipo, consiguiendo adelantarse a la temporada de frío. En este apartado, podemos encontrar Cookies Fast de Seedstockers o la 00 Kush Fast de 00 Seeds, una cepa además bastante productiva.
Conclusión
Cultivar cannabis en exterior en climas fríos puede presentar un desafío, sin embargo, con la estrategia de cultivo adecuada y las semillas de marihuana correctas, se pueden obtener cuantiosas cosechas de cogollos repletos de aromática resina. La precaución en estos casos será la mejor aliada del cannabicultor.