Seguro que más de una vez has tardado horas o días para elegir las semillas de marihuana para tu cultivo, y es que no es para menos... por suerte existe una infinidad de variedades pero, ¿sabes cómo elegir tus semillas de marihuana para cultivar en interior?

En nuestro catálogo encontrarás todas las variedades de los mejores bancos de semillas, genéticas de calidad fruto del trabajo realizando cruces y selecciones de los criadores o breeders. Es decir, variedades que se han seleccionado por sus cualidades excepcionales y que transfieren estas virtudes a su descendencia.

Hoy en día, después de décadas de breeding, los estándares de calidad han situado el listón muy alto, por ello, lo más importante es que elijas aquellas cepas que sean adecuadas para tus necesidades. A continuación, te guiamos paso a paso para facilitarte el proceso.

En un cultivo de interior, se trata de simular e incluso mejorar las condiciones medioambientales que se crean en la naturaleza y facilitan el cultivo de marihuana. Para ello, hay que reemplazar la luz solar por luz artificial, crear corriente de aire mediante extractores y ventiladores, etc. Los únicos factores en común son el medio (si usas tierra), los fertilizantes, y las semillas de marihuana.

Tal como te explicamos en otro artículo, antes de empezar tu autocultivo en interior deberás decidir si lo realizas dentro de un armario de cultivo o si utilizas la habitación entera. Recomendamos la primera opción porque facilita el proceso, en especial si estás empezando.

Si nunca has cultivado en interior y todavía tienes dudas sobre si hacerlo en un armario de cultivo, a continuación, te detallamos las ventajas de este método:

La primera pregunta que todos los cannabicultores se hacen cuando se inician en el cultivo de marihuana en indoor es "¿Cómo montar un cultivo de interior?". Son muchos los motivos para plantearse este método, la baja calidad de la marihuana en el mercado negro, o el elevado precio del cannabis, son algunos de los alicientes para empezar a cultivar de forma casera. Asimismo, otra de las ventajas de cultivar en interior tu propia marihuana es poder disponer de las variedades que más te gustan o que más te ayudan a aliviar tus dolencias. Además, cultivando tu propia marihuana te asegurarás de qué productos van a parar a tus plantas y por ende, a tu cuerpo cuando consumas sus flores. En este sentido, siempre recomendamos cultivar en orgánico. Pero antes de plantearte aspectos más técnicos, hay ciertas cosas que debes considerar, en este artículo te ayudamos a hacer una buena planificación antes de empezar.

Antes de "liarte la manta a la cabeza" es importante tener claros algunos pilares básicos. Un poco de planificación en este sentido puede esencial para garantizar una cosecha exitosa. A continuación, algunas preguntas que debes hacerte antes de todo.

Hay factores que nos obligan a optar por una forma de cultivar u otra:

Uno de los tipos de iluminación que más ha estado de moda durante los últimos años en el cultivo de marihuana es el LED. Es cierto que los primeros prototipos de este tipo de iluminación no llegaban a cumplir con las exigencias de los cultivadores de cannabis, sobre todo en floración, aunque actualmente existen modelos que sí ofrecen resultados óptimos.

Tal y como comentamos en nuestro post "Iluminación LED y cultivo de marihuana" los paneles Blooming LED nos ofrecen la posibilidad de iluminar a las plantas con la intensidad lumínica necesaria para cada etapa de cultivo. Al adaptar la luz a las necesidades de la planta, esta crecerá y florecerá de forma óptima en todo momento.

Para un periodo de floración exitoso y un aprovechamiento mayor de la luz, debes ir ajustando tus luces LED según la fase floración en la que se encuentran tus plantas de marihuana.

LED es un acrónimo inglés que significa Light Emiting Diode, que traducido significa diodo emisor de luz. Un diodo es un componente eléctrico que consta de dos terminales y permite el paso de corriente eléctrica en un solo sentido. Aplicando una tensión adecuada los electrones, se recombinan liberando energía en forma de fotones (electroluminiscencia).

El fenómeno productor de la electroluminiscencia fue descubierto en 1907 por Henry Joseph Round de los laboratorios Marconi, y 20 años después Oleg Lósev construye el primer LED en la Unión Soviética. En los 60 comienza su uso en equipos caros, ya que los LED eran muy costosos.

Por suerte, en los últimos años, los LED han ido reduciendo su coste de producción y popularizándose. Además, se han adaptado para el cultivo de marihuana de interior. 

En exterior, cuando cultivas marihuana, tienes corrientes de aire que hacen que el calor no se concentre y las plantas no lleguen a sufrir  realmente las temperaturas que puedan llegar a alcanzarse. Si quieres realizar cultivos en interior, debes crear corrientes de aire, además de renovar el aire, extraer el aire caliente y viciado de tu cultivo y aportar aire frío para garantizar un correcto desarrollo de las plantas. La ventilación en cultivos de marihuana en interior es un elemento esencial para mantener unas condiciones óptimas (temperatura, humedad y riqueza del aire ambiental).

La ventilación se puede entender como la renovación y/o recirculación del aire en el interior del cultivo. El aire de la sala y/o armario de cultivo debe tener unos parámetros de humedad, temperatura y niveles de CO2 óptimos para que las plantas progresen adecuadamente.

Por una parte, debes renovar el aire del cultivo, evacuando el caliente y viciado mediante extractor/es , y aportando también aire frío mediante un aire acondicionado o una intracción de aire frío del exterior. Además, también deberás crear corrientes de aire en el cultivo mediante ventiladores para que las condiciones ambientales se equilibren mejor, que el calor no se acumule y con ello las plantas estén en un ambiente más agradable.

Hasta hace unos años, una de las maneras más productivas de realizar un auto-cultivo de marihuana era utilizando lámparas HPS (alta presión de sodio) ya que eran las más potentes y fiables; ya sean mixtas o sólo de floración, hasta hace unos años ningún otro tipo de iluminación había logrado conseguir rendimientos comparables a los que dan este tipo de lámparas.

Cabe decir que las luces HPS cuentan con algunas contras; el calor aportado por las bombillas al propio cultivo hace que la temperatura suba, haciendo necesaria una corriente de aire constante que aporte aire frio al cultivo para refrigerarlo y expulse fuera el aire caliente sobrante. Si no, solo queda poner un aparato de aire acondicionado para poder bajar la temperatura hasta los niveles adecuados. Además, las luces HPS consumen más luz, lo cual se ve ampliado si le añadimos el uso de ventiladores o aires acondicionados.

Por otro lado, hay muchos cultivadores que no tienen la posibilidad de montar un cultivo con lámparas de sodio, ya sea por no tener salidas al exterior, lo que imposibilita el flujo de aire frio para refrigerar, o por falta de medios económicos para poder refrigerar el cultivo.

Sin embargo, hoy en día existen alternativas a las luces HPS capaces de producir resultados realmente asombrosos: